Neurocientíficos afirman haber encontrado el correlato cerebral de las creencias religiosas

Thursday, 29 de August de 2019

Las creencias religiosas (Religareson frecuentes en todas las culturas (Cultural Neuroscience), pero sabemos poco sobre el origen de la necesidad de creer en seres superiores. Según la Iglesia Católica, la fe es un don que se puede o no tener. Pero para los científicos que buscan respuestas a través de la experimentación, las neurociencias se presentan como candidatos fuertes para develar este misterio.


Para la mayoría de los neurocientíficos y psicólogos, las creencias en lo sobrenatural tienen origen en procesos cognitivos normales. Estas actividades cerebrales pueden ser capturadas a través de las neuroimágenes por ejemplo cuando una persona reza, observándose que se activan las mismas áreas que se encienden cuando una persona habla con otra (Social Interaction, Language Processing). El poder pensar en las respuestas que se podrían obtener luego de hablar con alguien, para lo cual tenemos que ponernos en su lugar, se estudian desde hace mucho tiempo en lo que en psicología se llama “Teoría de la mente” ( Social Cognition & Interactions). Se observa que, tanto para imaginarse la respuesta de otra persona como la respuesta de un dios, las mismas áreas son activadas.




Ahora bien, hasta ahora tenemos condiciones necesarias, pero no suficientes, para afirmar que entendemos las creencias en divinidades.


El científico Uffe Schjødt, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), vio que durante el rezo se producía un aumento significativo de la respuesta BOLD en el núcleo caudado.  Para esto utilizó un escáner de resonancia magnética para analizar el cerebro de 20 cristianos devotos. Los sujetos eran 20 jóvenes sanos (6 hombres y 14 mujeres), de entre 21 y 32 años de edad, sin enfermedades psiquiátricas o neurológicas conocidas.





Para su sorpresa, el danés observó que durante el rezo se activaba el sistema de recompensa. Esto es interesante porque las repeticiones pautadas de rituales y oraciones son clave en las cinco religiones universales y parte de la vida cotidiana de miles de millones de personas. Así, el cerebro premia con una sensación de bienestar a las personas creyentes que practican su religión, que cumplen sus normas y que hablan con su dios.

Los investigadores querían ver la actividad cerebral durante la oración, pero hay dos tipos de rezo. Una parte formal, que consiste en oraciones estructuradas como el padrenuestro, y una parte menos formal, que consiste en una charla improvisada con Dios. Como grupo control frente a los dos tipos de rezo, los investigadores pidieron a los voluntarios que pronunciaran una canción de cuna, sin ese significado místico, y una petición mental de regalos a Santa Claus.


El resultado fue que, al abordar estas tareas, religiosas o no, se activaron las mismas áreas cerebrales asociadas con la práctica y la repetición. El rezo libre cambiaba la respuesta BOLD (for MRI) y generaba una fuerte respuesta en la zona temporo-polar, la corteza prefrontal medial, la unión temporo-parietal y el precúneo.

 

 


Lo que dice la neurociencia es que la activación cerebral en estas regiones es similar a la que se produce cuando hablamos con un amigo. El autor del estudio lo explicaba diciendo que es “como hablar con otro ser humano. No encontramos evidencias de nada místico”. Para los autores del trabajo, “rezar a Dios es una experiencia intersubjetiva comparable a una interacción normal entre dos personas”.


Dos de las regiones que se activaron procesan las cosas que deseamos y valoran cómo otro individuo, en este caso Dios, puede reaccionar a nuestras acciones. También se vio activación en la corteza prefrontal, que se cree ayuda a juzgar las intenciones de otras personas, y en una zona que ayuda a acceder memorias sobre encuentros anteriores. Es decir, nuestro cerebro recuerda momentos semejantes, piensa cómo responderá Dios y activa las neuronas que codifican nuestras aspiraciones y las respuestas a ellas.


La corteza prefrontal es clave en la teoría de la mente. Se encarga, entre otras funciones, de la evaluación de la realidad y el juicio crítico. Es muy interesante que, en el caso de las peticiones a Santa Claus, esta zona permanecía inactiva. Esto sugiere que los voluntarios creyentes veían al barbudo de traje rojo como un ser ficticio, pero a Dios como un individuo real.


Estudios previos han demostrado que la corteza prefrontal no se activa cuando las personas interaccionan con un ser inanimado, como un personaje de un juego de computadora. Para Schjødt, estas áreas cerebrales no se activan porque no se espera reciprocidad ni se considera necesario pensar sobre las intenciones del personaje digital. Él decía que estos resultados muestran que las personas creyentes piensan que están hablando con alguien real cuando rezan.


Al final, como dice Robin Dunbar, de la Universidad de Oxford, el estudio no prueba ni la existencia ni la inexistencia de Dios, sino que nos permite entender mejor los procesos cerebrales asociados a rezar. Los cuales que por sí mismos generan Bienestar en las personas, pudiendo como durante la meditación generar estados de consciencia y bienestar más elevados.

                    



References

 

https://theconversation.com/la-neurociencia-ha-encontrado-a-dios-en-el-cerebro-de-los-creyentes-111982

 

 

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Autor:

Sebastian Moguilner

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