Desde el ámbito de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, los investigadores de todo el mundo han tratado de comprender cuáles son los mecanismos que permiten que un deportista alcance a lo largo de su carrera los mejores niveles de adaptación posible (Human Competence).
Hay algunos elementos que parecen coincidir.
De ellos, se consideran 5 como los mas esenciales:
1. La adaptación al medio (Plasticity, nfb & nMod)
Como organismos resultados de miles de años de evolución, estamos dotados de una serie de estructuras y capacidades que nos facilitan o impiden la correcta adaptación al medio, siendo el alto rendimiento un claro ejemplo de la importancia de adaptación continua a las exigencias de cada situación y/o competición y entrenamiento.
La personalidad es un elemento importante cuando se trata de adaptarse a un nuevo entorno.
Estas capacidades adaptativas, desde el plano de la psicología en general y de la psicología del deporte en particular, pueden ser analizadas como respuestas cognitivas (procesos de pensamiento e imágenes mentales), emocionales, psicofisiológicas (cómo responde el organismo ante los estímulos externos e internos al deportista) y conductuales (entendidas como la manifestación observable del comportamiento del deportista).
2. Aprendizaje y control motor (Sport & Motor Behavior)
En segundo lugar, considerando que un deportista y/o equipo deben ser entendidos desde estas dimensiones, la disección de la respuesta deportiva puede ser más profunda y centrarse en distintos niveles de la respuesta adaptativa, para lo que resulta imprescindible acercarnos a campos de conocimiento como el aprendizaje y el control motor.
En una competencia hay que tomar decisiones en cuestión de segundos en situaciones difíciles.
Hay que tratar de entender cómo es posible alcanzar elevados niveles de rendimiento en situaciones en las que, con frecuencia, se requiere tomar decisiones de una manera tremendamente rápida, distinguiendo entre estímulos muy diferentes y realizando una ejecución motriz perfecta.
3. El entorno del deportista (Social Cognition & Interactions)
En tercer lugar, todo comportamiento debe ser analizado en función del contexto en el que se produce.
En este sentido, considero que resulta pertinente reflexionar sobre el papel del entorno directo al deportista en su desarrollo deportivo y humano, pues ambas facetas son indisociables.
¿Cómo afectan los entrenadores, padres, madres, amigos, compañeros, la escuela, la cultura de los clubes en los que participan, en el desarrollo y optimización del talento deportivo?
Los entrenadores influyen en el estado mental de los jugadores del equipo.
Desde hace tiempo, la formación que reciben los entrenadores sobre psicología del deporte es cada vez mayor, pudiendo aumentar su sensibilidad hacia las necesidades cotidianas de los deportistas.
Es en este punto donde otras ciencias sociales como la pedagogía o la sociología tienen también un papel relevante como constructores de procesos adaptativos.
4. La fase de retirada (Aging)
Desde la Oficina de Atención al Deportista del COE remarcan las grandes dificultades que tienen los deportistas de alto nivel que no se han preparado lo suficiente, para encarar su retirada y la fase de adaptación a la vida cotidiana fuera de la práctica activa de su deporte.
Solo desde las ciencias básicas y aplicadas al rendimiento deportivo es desde donde podemos seguir avanzando.
De nuevo la adaptación tiene un claro componente psicológico y resulta esencial prestar los recursos necesarios para que el largo camino de entrega que han hecho tenga al menos la correspondencia de un futuro personal satisfactorio, para lo cual se antoja imprescindible un programa de formación continua.
5. La psicología de la actividad física (Cognitive Neuroscience)
Por último, hay que enfatizar la necesidad de dar un impulso de nuevo a la incorporación de la psicología de la actividad física y del deporte y de sus profesionales, en los procesos de desarrollo del talento deportivo, así como en el alto nivel.
Resulta llamativo conocer que son aún escasas las federaciones que deciden llevar a estos profesionales a los próximos Juegos Olímpicos, lo que hace pensar que aún falta dar un último impulso para la consolidación del área.
Solo desde las ciencias básicas y aplicadas al rendimiento deportivo es desde donde podemos seguir avanzando. Resulta imprescindible el trabajo conjunto con el resto de áreas de las Ciencias del Deporte.
Referencias
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